EL RESTO

Estoy sentada justo frente a tí

viendo fascinada cómo haces realidad lo que alguna vez soñé en tu ausencia.

Y tú, lentamente, de la ropa te despojas

sin complejos, sin culpas,

con la despreocupación conciente de aquel que tira al fuego

el último pedazo de leña.

Entonces te acercas en carne viva y siento tu esencia etérea,

clavas en mí tus ojos de pantera impaciente

y te entregas a mí, a mis remordimientos, a mi miedo.

Te toco y la exitación se hace extrema,

y el mundo se vuelve insuficiente cuando por fin te siento

verdaderamente mío.

¿El resto? ... Tú lo sabes.

Cala

"Creo más en Dios, después de la fortuna de dos cuerpos y el amor" - - Ricardo Arjona